Las heridas en los animales domésticos son frecuentes, y en perros y gatos son motivo común de consulta. Es muy importante tratarlas de la mejor manera para curarlas e impedir que se compliquen y pongan en riesgo la salud general de la mascota. En el proceso de cicatrización generalmente se observan cuatro etapas: la fase de inflamación que se desarrolla inmediatamente después del trauma y dura aproximadamente 6 horas, la fase de debridamiento iniciada por las células de defensa, la fase de granulación y finalmente la de maduración.
La duración de cada fase depende de la respuesta individual, el grado de contaminación, la severidad del daño y el grado de isquemia de la zona entre otros factores. Como regla general se debe evaluar el compromiso general del paciente y de ser necesario estabilizarlo primero para luego sí dedicarse al tratamiento puntual de la herida. Lo primero que se debe hacer es realizar una limpieza para ablandar y retirar todo el material extraño que contamine la herida, rasurar la zona circundante y luego lavar con abundante agua potable y posteriormente con solución salina, dependiendo del grado de contaminación se recomienda administrar una terapia antibiótica (FLUVIPEN).
La decisión de suturar o no la herida depende del tiempo transcurrido, el grado de contaminación y la cantidad de tejido afectado. Se puede hacer cierre primario si la herida es reciente (menos de 6 horas ) y no está contaminada, cierre primario retardado si es necesario limpiar la herida por 3 a 4 días antes de suturar o permitir la curación por segunda intensión donde no se sutura sino que se cuida la herida hasta la cicatrización final (1).
Los fibroblastos son claves en el proceso de cicatrización por crear una matriz para el relleno celular y generar la contracción de la herida. El zinc es un oligoelemento esencial que juega un papel primordial en la fisiología, es un cofactor para muchas metaloenzimas requeridas para la reparación de la membrana celular, la proliferación celular, el crecimiento y la función del sistema inmune (2).
El papel del zinc en la curación de heridas es multifactorial y se requiere para la síntesis de colágeno y proteínas, la proliferación celular y la función inmune, todo lo cual es esencial para la regeneración y reparación de los tejidos. Todas las células en proliferación incluidas las células inflamatorias, las células epiteliales y los fibroblastos requieren zinc.
Existen unas metaloproteinasas de matriz dependientes de zinc que aumentan el debridamiento y la migración de queratocitos durante la reparación de heridas. El zinc confiere resistencia a la apoptosis epitelial a través de la citoprotección contra especies reactivas de oxígeno y toxinas bacterianas, posiblemente a través de la actividad antioxidante de las metalotioreinas ricas en cisteína. La administración tópica de zinc parece ser superior a la oral (3).
El zinc presenta evidencia clínica en el debridamiento, la acción antiinfecciosa y la promoción de la epitelización. El VERDEMINT (cuya composición es: Bacitracina de Zinc, Neomicina y Óxido de Zinc) es un producto que aporta los antibióticos y el Zinc necesario para producir una excelente y rápida cicatrización en todo tipo de heridas ya que promueve la limpieza y desinfección, estimula la producción de fibroblastos sobre los cuales proliferan los nuevos grupos celulares, además estimula la adherencia entre las células reparadoras lo que ayuda a generar una cicatrización rápida y efectiva.
OMAR A. LÓPEZ R. Dirección científica.
- Basic principles of wound management. Eric Monnet.
- Zinc in wound healing modulatión. Pei-Hui Lin.
- Zinc in wound healing: theoretical, experimental and clinical aspects. Wound repair and regeneration. January 2007.